domingo, 17 de enero de 2021

Limonta de colores Poemas y otros de Pedro López Ganvini

 Libro de homenaje poético a Lima del poeta y escritor Pedro López Ganvini


Limonta de colores /Poemas y otros, la nueva publicación del escritor Pedro López Ganvini, es un homenaje poético en verso y en prosa a esta Lima que lo acogió desde adolescente, donde llegó a estudiar y forjarse en futuro, el autor. Es un canto a la Ciudad de los Virreyes, sus paisajes, las costumbres de su gente, su gastronomía y la idiosincrasia de esta ciudad, que centraliza nuestro Perú.

 

El libro sale en tiempos de pandemia y con sus restricciones sociales para una presentación formal del libro, como espera el autor sería en los próximos meses. En tanto, ya está en circulación para quienes quieran solicitarlo y leer mediante la plataforma de amazon.com, https://n9.cl/fctlx

 

Pedro López Ganvini (Caraz, 1966) es periodista de profesión, poeta y escritor. Ha publicado poemarios como Concierto de romance, Paralelo 69, y Memorias de una rata, así como obras narrativas y la saga de ficción El celular del diablo. Ha estado a cargo de varias antologías, entre ellas Siluetas del tiempo, selección de poesía del departamento de Ancash y El huayno en blanco y negro, su valor poético y literario. Mayor información sobre el autor y sus libros en www.elcelelardeldiablo.com



CONTENIDO

                                                                                       

Esta Lima donde vivo /Palabras del autor 1

¿Milagros? 7

Passport out Perú 9

La tarde fría de la plaza 10

La chica bonita del maní 11

Indigestada Lima 13

El viejo librero 15

Esa voz que nace del mar 16

Mi pollito a la brasa 17

¡Qué tal caos! 19

Chacalón, yo también “soy provinciano” 21

De barro divino 23

Una cita en el Seguro 25

La pobre Eugenia 26

Sabor y olor a barrunto 27

La cola de hambre 29

Lienzos musicales 30

A un dramaturgo* de un poeta 32 

La batalla 34

El balde naranja 35

Por S/. 3.50 ¡no jooooodan! 36

San Valentín 37

En el calor de tus brazos 38

Como el pasillo solitario de la feria 39

El ciego Vicente 40

A volar 41

Agua de cequia, agua de río 43

Mi computador 44

El espejo de tus ojos 45

Éramos feos 47

Respirando miedos bronquiales 48

Castrando a la rata lectora ingenua 50

Intoxicación de mierda 53

Aguas que bajan dulces 54

La desesperación de otro loco 55

Encuestas de hambre 57

Friaje 58

Cera dos 59

Me engulló la soledad 61

Paraísos del folclor 62

Mi derecho a protestar 63

Esa pelota en las calles 64

Mis delfines 65

Reconociendo terreno 66

De vuelta al barrio 67

Esa mirada tuya 68

Monólogo de una tristeza 69

Por las calles venenosas con cuidado 70

Yo sé que siente 72

Bumerang 73

Amor de arena 74

Está sola 75

Latidos de muerte 76

Los de turno 77

Eternamente 78

Antípodas 79

Yo vi quebrarse al guarango 80

Pasillo de las esperanzas 82

Esperando quirófano 83

De 5 a 7 84

Ausencias 85

La cena del adiós 86

La mariposa (vías) 87

Rebagliati (hospital) 88

La doctora emo 89

Mi muleta 90

Olor a muerte 91

Otros poemas

Una vigilia o una misa de cuerpo presente 94

Línea 80 95

Reflexiones de un loco 96

Turbio Rímac 97

Tombita 98

ACERCA DEL AUTOR

Qué es El celular del Diablo

Del escritor y periodista Pedro López Ganvini

El niño emprendedor /El joven escritor hechizado de Pedro López Ganvini


 El niño emprendedor, es el reto de un niño resiliente, actitud para forjarse y hacer camino en los negocios, el mundo empresarial, la planificación comprometida con la innovación en la sociedad que pide cambios a los malos hábitos y costumbres. Ofrecer una alternativa y por un proyecto de vida luchar; por el bienestar de la familia, del prójimo y la sociedad en general, partiendo de la empatía, se hace un niño emprendedor.

De otro lado, nace un escritor, El joven escritor hechizado. Con las inquietudes y avatares de la vida, con los vericuetos que encuentra y supera en la familia y en la sociedad, que es displicente, hipócrita, cruel, a veces; y en otras es tirano y discriminador, pero avanza. Toma la tecnología a su alcance, un celular, y escribe historias alucinantes y pasa a un blog y luego se transforma en una saga de libros.

Dos historias que motivan emprender. Y la situación lo exige, se reinventa. Nada es gratuito en la vida. La vida en sí es lucha permanente, sacrificio, actitud y perseverancia. ¡Sé un emprendedor! No seas solo un espectador, que luego te lamentes y llores por lo no hecho. ¡Atrévete! NO hay límite de edad, razón social, religión, condición física. ¡Que nada sea un obstáculo!

Se suma, El recuerdo de la abuela, que muestra la actitud de un invidente, que antes de tener esa nueva condición en la vida, fue positivo, pese a las restricciones del lugar donde nació, con desigualdad y en desventaja de otras personas, pero su actitud lo hace enfrentar a la vida con altruismo y coraje. Y finalmente, el recreo de una visión de una pandemia que se suma a tantas otras que han afrontado los seres humanos y que muestra estas circunstancias, la real dimensión de los seres humanos y sus miserias, pero también la grandeza, confraternidad y solidaridad que los hace superar todo problema, siempre.


Pedidos:

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martes, 20 de mayo de 2008

PRESENTACIÓN - Carlos Zúñiga Segura



Agua de Vida representa el dato, la vida la energía del dato, su disparo al corazón. En estos poemas que se amalgaman en La Manzana Mordida No. 63 consagrada al poeta Pedro López Ganvini, está el pulso de la vida, sus tinieblas e iluminaciones, el tiempo que registra nuestro itinerario o en el frágil navío de la existencia presurosa y anhelante.

Los florecimientos de Pedro López, trascienden signos y aromas vigorosos, su permanente asunción en torno a la dimensión del tiempo y la vida. Pedro López se consagra a la poesía como creador y artífice de eventos culturales en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, en esa vital consagración que implica un hacerse y deshacerse en las estancias culturales está la evidencia de una pasión, de la fe que enciende la sangre entre el encantamiento del sueño y la realidad real.

Carlos Zúñiga Segura
Director revista La Manzana mordida
Marbella, agosto 2005

LA EMOCIÓN PERFECCIONADA - César Toro Montalvo

Pedro López Ganvini es de esos poetas jóvenes del Perú que transitan por los terrenos de la novedad poética. A partir de este libro: desórdenes, el logro resulta beneficioso para el desarrollo de la joven poesía peruana actual. Pero para los lectores que no han conocido Paralelo 69, de López Ganvini, la factura de mostrar sus poesías en páginas de distintos colores y gramajes; nos indica que el poeta mantiene un gesto original de presentar sus poemas.

Desórdenes es un poemario en que la disposición de sus textos se presentan en “desórdenes” sin la particularidad consabida y tradicional. Todo lo contrario, los poemas (algunos llevan títulos, otros no) están allí en exhibición desordenada, pero recreadora o sugerentes. Muchos de ellos se presentan en forma geométrica: hacia abajo, hacia arriba, de costado (hacia abajo o de costado, cruzado), en letra ológrafa, o impreso en página negra (con tipos en blanco), en forma aérea, etc. Claro está, que sólo es lo correspondiente a la disposición de los textos. Algo de la poesía visual o espacial sugieren su disposición textual. desórdenes incursiona ya en la poesía visual.

El tema paradigmático de desórdenes es el erotismo del amor. La contemplación amorosa y el tránsito a sus sensaciones enriquecen los sentidos. De este modo, el poeta es un presente anunciador que postula versos de agitación amorosa. Habrá que señalar también, que el tema de la vida está presente. Para el caso se anuncia dramático, audible, en zozobra, olvido desesperado, latente; embebido de cerveza y sus consabidas pasiones.

López Ganvini, es asimismo un poeta andino, de cuyas vivencias se nutren y enriquecen. La soledad, la desesperanza, las mareas, el haylli, las canciones andinas, el sexo, la catarsis, las heridas, el recuerdo, la muerte, la locura, el desorden, el mañana, la existencia, el lustrabotas, el amigo, el dolor quebrado, el casado, etc., son los otros temas que entremezclados asumen polivalencias poéticas varias.

Se entiende al poeta desde la sinceridad de sus versos escritos en lenguaje directo, claro o diáfano. Pedro López Ganvini posee esas características. El desorden que aparentemente exhibe es similar al desorden que el universo nos presenta en estas emociones temáticas. Desde allí, la presencia del poeta es un creador omnisciente que lo sabe todo; sobre todo, el tema del amor, que resulta la emoción perfeccionada desde las aristas poliédricas en las que las presenta. Saludo con viva emoción la aparición de desórdenes, el libro de la madurez poética de Pedro López Ganvini.

César Toro Montalvo (2002)

SUTILEZAS DE LA PALABRA - Juan Rivera Saavedra

Tenemos suerte que el Perú, sea cuna de muchos poetas, seres que no han perdido la inocencia, la pureza, la terca persistencia por develar la vida en el transcurso de sus existencias. Así que somos un país de seres privilegiados.

La palabra en el poeta, no sólo informa, comunica, sino que expresa emociones, sensaciones, sentimientos, e ideas. Él, la transforma para darle otros significados; se vale de los sonidos que despliegan las palabras; altera el orden de las mismas en la construcción de sus versos; así como, la lógica cotidiana de las expresiones; todo esto para hacer brotar, emanar sutilezas de la palabra, para arrancar de ella otros sentidos, para restregar las palabras, sobre la hoja de papel y, descubrir nuevas facetas, aspectos distintos, nuevas vidas.

Hay poetas que nos hacen pensar, y otros, sentir. Pedro López Ganvini, pertenece —sin lugar a dudas— a este segundo grupo.

Pedro, se acerca —en este poemario—, a la sociedad a través de un tema: el sexo, que en gran parte de su obra se manifiesta en una relación violenta, dolorosa, que al finalizar se torna serena.
Este tercer libro de López Ganvini, no es su inicio en el largo camino de la poesía. Es, su tercer libro. Porque “caminante, no hay camino... se hace camino al andar”.

Juan Rivera Saavedra (2001)

MEMORIAS DE UNA RATA - Carlos Eduardo Zavaleta

Es un autor que en los últimos dos años ha publicado tres libros; y éste último, el de esta tarde, tiene un título valiente, provocador, que pocos se atreverían a pronunciar; se titula Memorias de una rata, pero narrado con tanta astucia, que detrás de ese título, quizá desagradable para algunos, él lo usa como señuelo, y fija mejor su tema con una cita de Nicolai Ostrovski, que es un elogio a la vida. O sea, pues, que esto que aparentemente va a ser algo como una provocación o una burla, tiene un cimiento ideológico, que está dado por Ostrovski en su libro Asi se templó el acero.

O sea, pues, estamos en un camino en que ni el bien ni el mal están todavía visibles, pero lo que ya de antemano él nos expresa es que ha tomado partido, a pesar de este título de la rata, que puede ser desagradable, a pesar de Memorias de una rata, a pesar de eso, está de lado del elogio de la vida y la dignidad y la limpieza, es una especie de advertencia para aquellos que la han corrompido o que pretenden corromperla.

¿Cuál podría ser esa enfermedad estúpida o esa casualidad trágica?
¿Acaso ver que algunos miembros de la sociedad se transforman en ratas, así como Kafka los transformó en escarabajos irrevocables?. Quizá este umbral es sólo un truco para asustarnos, más allá podemos incluso tocar algunas noches, el cielo y llegar hasta el centro del amor. En verdad oscilamos entre dos puntos y dos mundos, lo horrible y lo bello.

El primer mundo está descrito claramente:
«Reconocer ser una alimaña o una rata,
ofendiendo ese ser,
es justificar lo miserable que
conscientemente se es.
Pero es deliciosa la multiplicidad
de placer con ellas».

Hay un mundo nocturno, distinto, desordenado, que existe sobriamente dentro de nosotros, entonces ahí él da su oráculo del mal; las maldades tremendas, las escondidas, las verdaderas, las propuestas, soñadas o mentadas para mañana, pero desgraciadamente realizadas ayer.

De este oráculo del mal hay que acordamos cuando veamos este tipo de poemas, para damos cuenta de que éstos buscan justamente el centro de las cosas, centran el meollo, sientan aquello que es oscuro y es indivisible para los neófitos.

Y hay otro poema, diametralmente distinto, titulado simbólicamente Agua de vida; qué hermoso título:

«Me encanta recorrer tus curvas y tropezar.
Caer a tus abismos y en tus aguas
extasiarme de tus crestas y tus olas.
Tragar tus aguas y tus algas.
Besar la arena
y de placer ahogarme con tus delirios y tus sabias
envolviéndome por tus olas
hasta quedar desnudo a tus pies y
pegado a tu vientre lamiendo
agua salada»

Es hermoso el poema, el amor dentro de la memoria de una rata; es el mismo amor sublime que nosotros podemos soñar, o tal vez un día, por un minuto, gozar, ¿qué diferencia hay?. Allí en ese submundo también puede haber una aspiración profundamente humana.

Por este camino vanguardista, y tal vez con el ejemplo de César Moro, de Alberto Hidalgo o de Xavier Abril, Pedro nos lleva hasta su concepción de los límites inexpugnables de la vida, hasta el llamado pecado original. Y se atreve también a confesarse como un torturado por la vagina, suponiendo ser el único, cuando habernos muchos hombres y mujeres torturados por aquel símbolo enigmático e inicial.

Pero, poco a poco, debajo de este indicador y dominador de monstruos que es el poeta, ojalá éste venciera, dominara, porque estamos en una época en que parece que nadie domina a las ratas, y que cada día surgen más. Debajo de esos monstruos vivos el niño ingenuo, campesino, encuentra pleno de felicidad, un campo de cebada fresca, que le recuerda a su tierra natal, el Callejón de Huaylas, Caraz.

Y de ese concepto: paisaje, pintura de la cebada fresca, pasa como contrapunto a descifrar el turbio Rímac, otra confesión de que no le gusta mucho Lima, lo que ya se preveía en un provinciano. Cuando él quiere viajar así fuese en un ómnibus común y corriente, de esos que se caen cada noche por la carretera hacia Chimbote o al Callejón de Huaylas, el deseo no puede cumplirse, porque no tiene dinero suficiente para pagar el pasaje y así el poema se titula Nostalgia sin pasaje, es uno de los más hermosos que ha podido producir la pobreza en el Perú, cuando aquel que quiere regresar a su patria pequeña, a su terruño inolvidable, no puede porque le falta el dinero. Nostalgia sin pasaje, es en verdad un canto a la pobreza, pero también a las triquiñuelas y vivezas criollas de los choferes que no parten si no hay pasajeros suficientes. El poeta Pedro López, sin duda, el mismo estudiante y luego ciudadano, sintió ese dolor ante el ómnibus que no partía a su terruño:

«40 asientos libres
No es rentable, dicen,
Parece que no veré a la familia
este fin de semana
Espero me crean»

¿Por qué no vamos a creerle? Si hay tantos tropiezos actuales para el provinciano, y cuando por fin tenga suerte y llegue a su pueblo natal ¿qué ha de encontrar en esas poblaciones olvidadas, abandonadas, fantasmales, a las cuales todavía no llegan siquiera los siglos XIX y XX? y ¿qué le impresionará más de ese pequeño pueblo casi desierto? El poeta está aquí en su faceta romántica, alejado de la vanguardista, y las cosas se presentan más limpias, más cercanas al corazón.

En su faceta romántica nos describe El entierro en mi pueblo, de un libro anterior que también es muy hermoso llamado Paralelo 69, qué puede encontrar el provinciano que ha deseado tanto llegar a su tierra.

El no es un fatalista, como lo hemos dicho, él puede haber escarbado en el mundo nocturno de lo que llama ratas, pero él siempre ha sido un partidario de la vida, un partidario del amor; sobre todo de su terruño, al que regresa él.

En resumen, un libro, o mejor aún, un poeta interesantísimo, variado, atrevido, vanguardista por sus temas osados y su léxico sin barrera. Aunque también él sea nostálgico y romántico, todo a la vez, como debe serlo un hombre de corazón joven, abierto, valiente y en busca de la belleza. Pero también, y eso es muy importante, de la justicia, y sobre todo, de la justicia social en nuestro país.

Carlos Eduardo Zavaleta (2002)